La noción de familia como institución de la ley divina que inicia en el matrimonio, cada día se encuentra expuesta a distintos cambios y desafíos, sobre todo en nuestros tiempos. No quiere esto decir que en la antigüedad, las familias no debían enfrentar situaciones de enfermedad, duelo y separaciones -por nombrar algunas- si no que ahora les sumamos, la despenalización del aborto y la eutanasia en varios países del mundo, además de la posibilidad para parejas homosexuales de entrar en un matrimonio religioso celebrado en la Iglesia Evangélica Luterana, por mencionar algunos casos. Todo esto apoyado por las políticas de Estado, en busca de una nueva definición de inclusión, que desafía la biología, especialmente, la naturaleza de la reproducción humana.
Asimismo, estamos también viviendo una emergencia vocacional en el matrimonio, debido a la cultura de lo provisorio, en donde nada es duradero. Cada vez más, se hace necesario acompañar a las familias en cada una de sus realidades y desde allí, ayudarles a recorrer el camino y las flaquezas de la vida. El Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia indica: “Se trata de integrar a todos, se debe ayudar a cada uno a encontrar su propia manera de participar en la comunidad eclesial, para que se sienta objeto de una misericordia «inmerecida, incondicional y gratuita». Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio” (Amoris Laetitia, 297).
En esta sección, podrá encontrar recursos para las fragilidades que deben enfrentar las familias: Separaciones, Aborto, Duelo, Enfermedad, Homosexualidad.